La clínica psicoterapéutica, en nuestro país, se enfrenta a una crisis de identidad que debemos enfrentar. La emergencia recurrente de problemáticas del humor y patologías del acto ha puesto en relieve el impacto significativo que ha tenido en la población la pandemia de Coronavirus, tanto como la ya indisimulable tecnologización de la vida cotidiana y sus seductoras coerciones dispositivas. Un escenario sociohistórico como el actual, naciente no de las guerras y las revoluciones sino de los desastres y los atentados, llama a un profundo replanteamiento de las perspectivas clínicas a asumir en materia de salud mental, a replantearnos seriamente a quien estamos viendo y escuchando cuando un otro solicita nuestra ayuda profesional.
En tiempos de alarma y desesperación, los conflictos subjetivos neuróticos han dado paso a crisis existenciales, en las que la ansiedad, la depresión y la ideación suicida han tomado el testigo de la inervación somática, la queja y el síntoma. Ya no estamos, en el dolor, actualizando un pasado sombrío a intelectualizar. Nos sentimos arrojados a sobrevivir a un abismo psíquico que no cesa de precipitarnos. Creemos pertinente, así, renovar la mirada y la escucha psicoterapéutica, hacia horizontes en los que tome protagonismo la pregunta por la existencia misma, por el “quién soy”, por la conciencia decisional y la regeneración de un sentido del tiempo que ordene y contenga, que dé margen de respiro y alivie la aflicción de lo inmediato ante el asedio de lo inminente.
La respuesta ordinaria de los profesionales de la salud mental ante esto es la que solo presenta dos caminos. Por un lado, el análisis de las causas históricas del padecimiento subjetivo, como forma de iluminar la oscuridad insondable de lo inadvertido. Por otro, su opuesto radical, una aproximación cientificista que intenta aislar el foco problemático y trabajar intencional y directamente sobre ello, ignorando todo lo demás y enfocándose en el ahora. La presente diplomatura ofrece una alternativa de formación que orienta al profesional de la salud a comprender al sujeto humano desde una óptica que lo ubica como ser de decisión, atento a la contingencia y responsable de sus actos. La psicoterapia existencial parte de considerar al ser humano un constructo complejo y dinámico, irremediablemente inmerso en el mundo, arrojado sin elección a la urgente necesidad de elegir, y al hacerlo, elegirse. Orientado al otro, se trata de un ser responsable por el mundo, éticamente interpelado, llamado a develarse en su “estar siendo” y, al hacerlo, revelarse como “quien es”.
La presente diplomatura tiene como objetivo central ayudar a la formación de profesionales de la salud mental que entiendan a la persona como un esfuerzo permanente por integrarse y reunirse, respecto de fuerzas desintegradoras coercitivas e inductivas, que operan en el sentido de una despersonalización latente, hoy en día experimentada con irrupción de lo súbito, en la ansiedad que provoca una huída de sí mismo. Para esto, se propone una revisión exhaustiva de las bases teóricas, éticas y metodológicas de la psicoterapia existencial y su aplicación a la realidad del padeciente en salud mental de estos tiempos.
Objetivos
Público destinatario
Inscripción On-line
Inversión
Público en general
Cuota mensual
$30000
Graduados de Grado y Posgrado
Cuota mensual
$24000
Alumnos de Posgrado
Cuota mensual
$24000
Alumnos de Grado UCP
Cuota mensual
$22500
Promo incripción 10 días antes para público general
Cuota mensual
$24000
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